El éxito inesperado no solamente es una oportunidad para innovar: exige innovar.
El éxito o fracaso inesperado como fuente de #innovación, por @pacocorma Clic para tuitearTiempo de Lectura: 2 minutos
Pocos campos ofrecen oportunidades más ricas para la innovación como el caso del éxito inesperado. Sin embargo no suele analizarse. Es más, la Dirección tiende a rechazarlo. No resulta fácil para un directivo aceptar un éxito inesperado, como si no estuviera asociado a una acción decidida por él. Uno de los grandes maestros de la Innovación, Peter Drucker, y en los primeros años 80´s, ya comentaba en su trabajo “la innovación y el empresariado innovador” algunas fuentes de Innovación entre las que incluía tanto el «éxito inesperado» como el «fracaso inesperado».
Tenemos ejemplos continuos de empresas cercanas y conocidas con productos bandera, productos exitosos durante tiempo pero que al mismo tiempo desarrolla otros productos (sin nada de confianza de éxito para ellos) con el fin de rellenar el portafolio. Y va y resulta que el nuevo (desarrollado sin mucha fe) resulta exitoso e incluso se come al anterior. Todos se sorprenden y se niegan a admitir que no lo preveían.
Cita P. Drucker caso histórico es el nailon descubierto por DuPont siendo así que ese éxito había sido desdeñado por la industria química alemana. El éxito inesperado de IBM con sus calculadoras previamente desdeñadas por Univac o el de Matsushita con sus televisores de bajo precio frente a los Toshiba allá por los 50.
Para explotar la oportunidad de innovar que ofrece un éxito inesperado se requiere análisis. El éxito inesperado es un síntoma. Pero ¿síntoma de qué? El fenómeno subyacente puede ser que nuestra visión es muy limitada así como nuestros conocimientos y comprensión. Síntoma de que los televisores de bajo precio tenían su mercado o que las computadoras transformadas en calculadoras domésticas también lo tenían.
El éxito inesperado no solamente es una oportunidad para innovar: exige innovar. Nos obliga a preguntarnos: ¿Qué cambios fundamentales son apropiados ahora para nuestra organización? ¿Cambios tecnológicos? ¿Cambio de mercados? ¿Cambio de Modelo de Negocio? ¿De servicio o entrega? Si se afrontan estas preguntas es muy probable que el éxito de innovación más compensatorias y menos arriesgadas.
Lo mismo cabe decir de los «Fracasos Inesperados», los no previstos o más bien todo lo contrario ya que se pensaba que iba a ser éxito aquél producto o proceso concreto, la acción comercial perfectamente diseñada y planificada o el nuevo Modelo de Negocio puesto en marcha.
Aunque es más habitual analizar los fracasos no es menos cierto que la reflexión se suele centrar más en los errores internos que no en los eventuales cambios sucedidos en el exterior y no considerados o simplemente una inadecuada toma de datos de lo que «realmente» sucede.
Es preciso controlar que lo inesperado no pase desapercibido. Los empresarios deben contemplar cualquier éxito o fracaso inesperado, propio o ajeno, del propio campo de actividad o totalmente ajeno, planteándose estas preguntas: ¿Qué significaría para nosotros si lo explotáramos? ¿Adónde nos llevaría? ¿Qué deberíamos hacer para convertirlo en una oportunidad? ¿Cómo lo encaramos?
¿Conoces éxitos inesperados para innovar?
¿Conoces fracasos inesperados para innovar?