Innovación Empresas

La realidad es que por mucho que se hable de Innovación, como el paradigma del cambio y sostenibilidad de toda empresa a futuro, en la mayoría de los casos se acaba ahogando en la cultura de la mediocridad que caracteriza a la mayoría de las organizaciones. Difícil axioma, dar vida a una cultura conservadora y poco visionaria a través de la innovación como garantía de sostenibilidad a futuro.

Es excepcional encontrar organizaciones en que se aprecien las ideas abundantes, existan mecanismos para encauzarlas y se tenga realmente interiorizado la necesidad de las mismas como fuente de generación de valor. La realidad lamentablemente, es que las ideas por lo general van perdiéndose en la rutina, la pereza, la comodidad o la aprensión al riesgo de las organizaciones. En mi experiencia en general, existen algunas magnificas excepciones, detecto una gran cuestión que requiere una reflexión por parte de todos. La mayoría de las ideas se desvanecen en la complacencia, la política o lo que es peor en el desprecio; con un efecto inmediato en la moral de los equipos, los empleados pasan a negarse a compartir propuestas para mejorar o innovar; la inspiración se desvanece y lo de siempre permanece. Esto no es más que el síntoma de una cultura enferma, donde la jerarquía, el proceso y la comodidad sofocan las ideas, uno de los recursos más escasos de cualquier organización.

Innovación EmpresasLamentablemente, vivimos inmersos en una cultura de aversión al riesgo, donde prima :¿Si funciona porque cambiar?, ¿Por qué desafiar el status quo? ¿Por qué atreverse a pensar diferente?… La realidad es que aun prima el corto plazo frente a una visión sostenible a largo plazo, centrada en la innovación, que brinde a las organizaciones un barrera frente a competidores que cada vez más les va a surgir de nuevos sectores, disrupcionando sus modelos de negocios. Ejemplo, hay cientos solo hay que pensar en Airbnb, Uber, entre otros tantos, o lo que puede suponer el coche autónomo de Google o Apple para sector automovilístico; la lista es interminable. Por tanto, toda empresa debe aceptar el final de su modelo negocio tal como lo conciben hoy. Para sobrevivir, deben innovar e incorporarse al “darwinismo digital”. Lo que implica aceptar que la tecnología y la sociedad están evolucionando más rápido que las propias empresas, lo que requiere un cambio de cultura que obligue a las compañías a reenfocar sus estrategias lo que pasa por la capacidad de innovación constante.

No está de más recordar el “momento Kodak”, algo que no está presente en la mente de las generaciones más jóvenes, pero que ejemplifica como una marca poderosa perdió toda conexión emocional por falta de visión y entendimiento de una nueva realidad. Competir por el futuro, desde el liderazgo, no era parte de la cultura cotidiana de la compañía, no estaba en su adn y a pesar de tener todas las capacidades para haber evolucionado no lo hicieron. La clave de la innovación, en muchos casos, es destruir para volver a crear, cuestionar todo, desafiarse, vivir en constante modo beta persiguiendo la relevancia para el consumidor, Kodak al igual que otras tantas empresas no lo supieron hacer y ahora son irrelevantes. De manera muy reduccionista se podría decir que la aversión al riesgo fue su fin.

Por tanto, afrontar el futuro implica, asumir riesgos, asumir que la tecnología no va desaparecer va a seguir creciendo su relevancia como impulsor de cambio del comportamiento del consumidor, el cambio es inevitable y hay que estar preparado y, las “zonas de confort” son un freno. Hoy, el liderazgo, la innovación, la adaptación constante, entre otros, son rasgos de las empresas de éxito y la base para la supervivencia en el futuro.

Todo lo anterior, comienza con un cambio e inversión en una cultura que promueve la creatividad, las ideas, la exploración y la experimentación, lo que requiere nuevos esquemas de trabajos más colaborativos y transparentes que fomenten la participación y el desarrollo del talento. De algún modo trabajar en culturas más abiertas donde se fomenten el carácter emprendedor, como base de la innovación.

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Defensor del branding como fórmula alquímica de antropología, consultoría de negocio, finanzas, psicología y arte que se traduce en la creación de valor. Amante de las grandes historias, la estrategia de negocio y la innovación como inspiradores de marcas poderosas. Ha contribuido al crecimiento de compañías en diferentes países, industrias y roles. Durante su carrera, ha ayudado a desarrollar estrategias para más de 100 marcas en más de 20 países trabajando en consultoría y puestos de dirección de diferentes sectores (financiero, entretenimiento, tecnología y, servicios de marketing y comunicación). Licenciado en C.C. Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Executive MBA por el Instituto de Empresa (IE) y PDG por IESE Business School. Así misma pose un Diploma en Marketing Management por London School of Economics & Political Science (LSE), Journalist Certificate por New York University (NYU) e Innovation and Entrepreneurship Certificate por Stanford University. Entre otros durante los últimos años ha trabajado con: BBVA, Nissan, Renault, Naturgy, Telmex, Danone, Televisa, KPMG, Kola Real, Hyundai, Ultrafemme, Tiffanys, Mercasid, Univision, ICA, Grupo Expansión, FEMSA, Arca Continental and Telefónica. Actualmente es Socio en España y Latam distintas sociedades donde lidera estrategias corporativas y de branding, políticas de inversión, finanzas, alianzas y marketing.