Nos encontramos que hay un vacío entre el sistema educativo, basado en la memorización, y el enfoque del mercado laboral actual que selecciona, desarrolla y promociona competencias
Israel Carrasco reflexiona sobre la divergencia entre el sistema educativo y el enfoque del mercado laboral actual #management Clic para tuitearSegún los expertos estamos viviendo la 4ª revolución industrial; internet de las cosas, la nube, coordinación digital, sistemas ciberfísicos y robótica. Lo que está desintegrando las fronteras entre las esferas física, digital, y biológica. Sin embargo, el sistema educativo de hoy en día se basa en la escuela prusiana, que nació en la época del despotismo ilustrado, siglo XVIII. Creó el concepto de educación pública y obligatoria.
O sea nos encontramos que hay un vacío entre el sistema educativo, basado en la memorización, y el enfoque del mercado laboral actual que selecciona, desarrolla y promociona competencias, y la divergencia es incluso mayor incluso si habláramos de las necesidades para el futuro que nos viene, esa 4ª revolución industrial. Y esto es algo que vivimos en el día a día, hacemos muchísimas entrevistas a jóvenes y no tan jóvenes que no son conscientes de sus fortalezas y sus debilidades, no se conocen a ellos mismos.
En la mayoría de los casos responden con contenidos que les gustaría estudiar o idiomas que aprender, pero nada sobre competencias, habilidades, … Hace mas de 2.400 años ya estaba escrito en el pronaos del templo de Apolo en Delfos el aforismo griego “Conócete a ti mismo”, en un mundo cada vez más digital y robotizado, tendremos que volver a redefinir nuestro rol dentro de la sociedad para aportar lo que solo los humanos podemos hacer; Crear, Emocionar, Imaginar, Soñar, Colaborar, Conectar,…
Cómo desarrollar competencias
Como apuntan muchos estudios de neurociencia sobre la plasticidad cerebral, nuestro cerebro es capaz de cambiar su estructura y funcionamiento a lo largo de nuestra vida…si se dan 3 condiciones, tenemos la humildad para escuchar, la motivación para cambiar, mejorar y aprender, y si lo entrenamos. Pongamos el ejemplo de los gimnasios para entrenar nuestro cuerpo, hay muchas maquinas y ejercicios pero en función de cómo sea nuestro estado de forma y de cuál sea nuestro objetivo hacemos unos ejercicios u otros, para el cerebro es igual. Primero tenemos que ser conscientes de cómo somos y después hacia donde queremos desarrollarnos, así entrenaremos unas competencias determinadas.
Pero… ¿Cómo desarrollar estas “competencias”? Para eso necesitamos ayuda, primero formalizando la precepción que tenemos de nosotros mismos, después recogiendo la percepción que tienen los demás de nosotros y fusionándolas. A partir de este momento estamos en disposición de definir hacia dónde vamos, y por el camino tenemos que desarrollar nuestra inteligencia emocional, para ser capaces de gestionar nuestras emociones, las relaciones y ser capaces de ayudar a los demás. No es solo ser muy bueno en algo sino ser capaces de modular nuestras competencias para que en función de la situación alcancemos la “virtud”, que como decía Aristóteles siempre está en el medio, y se alcanza a través de la repetición.
El sistema educativo, las empresas y nosotros mismos deberíamos liderar y promover este nuevo enfoque para acompañar a las personas a liderar su propia Auto-Conciencia y su desarrollo, así podrán gestionar y adaptarse a los cambios brutales que vendrán con este cambio de época.