rrelatos hhumanos

Es un libro que habla del Humano y no del Recurso, de la vida real en una empresa, con sus sentimientos, ambiciones, frustraciones, soledad, lealtades y traiciones.

‘RRelatos HHumanos’: una metáfora de la deshumanización de las grandes #empresas tras la crisis #RRHH Clic para tuitear

Tiempo de Lectura: 2 minutos

La empresa sobre la que gira toda la trama de RRelatos HHumanos, el último título de la colección Acción Empresarial de la editorial LID (con prólogo de Paolo Vasile), es de videojuegos, y no es casualidad, porque todo en la vida de los personajes, de la empresa y del argumento, que hunden sus retorcidos dolores en el delirio vivido durante los años del boom y de la crisis, parece de juego virtual.

RRelatos HHumanos: 10 relatos identificables

El relato recorre la desquiciada espiral por la que cualquier organización humana llegó a robotizarse en busca de beneficios conseguidos sobre la deshumanización de quienes sostenían el tinglado de mentira: todos, desde los grandes directivos a los mozos de almacén; todos ellos, en una medida directamente proporcional a sus sobresueldos, colocando piezas al azar en un puzle interminable del que nadie se responsabilizaba llegada la catástrofe, es decir, los ERE (Expedientes de Regulación de Empleo).

Coordinados por Manuel Pozo Gómez, los diez relatos, autónomos de por sí, constituyen a la postre diez capítulos de una novela de magistral espanto sobre lo que cualquier empresa con los pies en la tierra ha tenido que sufrir por dentro y por fuera en los últimos lustros. Irene Díaz de Otazu, directora de Recursos Humanos de Green Technology, es el eje transversal y demasiado humano sobre el que se sostiene el laberinto de relaciones personales y profesionales que se van tejiendo en el libro hasta hacer que el lector se enganche cada vez más a las vicisitudes de todo el organigrama generosamente expuesto en las primeras páginas.

A Irene la hemos conocido cualquiera de nosotros en alguna ocasión. Somos capaces de reconocer hasta el timbre de su voz. Igual nos pasa con el abogado que enchufa a su hija, o con ese veterano que ha sacrificado su vida de veras por la empresa y se queda atónito al comprobarse sustituido por la última becaria, o con otro compañero de plantilla que se ve cercado por el ERE desde el barco de salvamento y, por supuesto, con el director general que se marcha, languidecente tras todos los recortes posibles, y el nuevo director que aterriza, cuya intrahistoria nos aclara muchas de las claves del papel mojado en el que se asientan las grandes alharacas empresariales.

Radiografía empresarial

La novela, diez relatos de atroz neorrealismo empresarial, es también una radiografía por la que en el impersonalizado sistema de estas empresas globales –da igual al juego que se dedique– subsisten mejor –al menos durante más tiempo– los inútiles, los mediocres, los arribistas, los advenedizos y hasta los que simplemente ostentan suerte a falta de otra virtud.

En medio de todos ellos, consumida por la soledad a la que la abocan los continuos cambios para salvar al ente y no a las personas, intenta encontrar la salida esa directora de RRHH que tanto nos suena. Esta ficción tan próxima a la realidad nos duele en el barranco de lo que nos hemos convertido como sociedad capitalista.

Lo asombroso, a fin de cuentas y resultados, es que directores de recursos humanos de verdad como Rosa Allegue Murcia, de Sheckers Iberia; Tomás Otero Pino, colega en Norgine; Ana López Seisdedos, de Reparalia; Luis Expósito Rodríguez, de Mediaset España; Carlos Cid Barbarro, de Euroforum, por citar solo a la mitad de los coautores de este relato coral, hayan sido capaces de sustraerse no solo a sus propias cotidianidades estresantes sino a sus propios trazos de literatura individual para unos relatos autónomos que terminan siendo verdaderas piezas perfectas en el engranaje humano que debiera ser todo proyecto empresarial cuando se sueña, al menos al principio.

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