La tecnología es un facilitador esencial para la transformación empresarial pero requiere del conocimiento adecuado para obtener el máximo de sus posibilidades.

Compañías como Cepsa, Leroy Merlin, Pelayo, Nokia o Kiabi subrayan la importancia de formar en “criterio” para tomar las mejores decisiones en innovación.

Es imprescindible un buen liderazgo para impulsar la transformación digital y cultural a todos los niveles de la organización.

La formación de los equipos como base para impulsar la transformación digital de las empresas. Esta ha sido una de las principales conclusiones extraídas del encuentro digital “Retos y oportunidades de la transformación digital”, impulsado por la escuela de negocios ESIC y organizado por Dir&Ge.

@javier_rovira, Director Innovation Strategic Knowledge de @ESICEducation, destaca la importancia de diferenciar entre transformación, adaptación y metamorfosis digital. Clic para tuitear

Un encuentro en el que han participado nueve directivos de destacadas compañías como Cepsa, Leroy Merlin, Pelayo, Nokia o Kiabi para analizar las claves que permiten aprovechar el potencial de la transformación digital, así como las vías más adecuadas para su implementación.

En este sentido, han destacado que la tecnología se presenta como un facilitador esencial para la transformación empresarial, pero junto a él, debe tenerse en cuenta al equipo humano que desarrolla, implementa y da sentido a las innovaciones digitales.

Asimismo, han puesto de relevancia la importancia de formar y capacitar a los equipos, en conocimientos, pero sobre todo en “criterio”, para que puedan adaptarse a la evolución e incorporar la tecnología con sentido y con un objetivo concreto que contribuya a mejorar la eficiencia de la compañía.

Transformación, adaptación y metamorfosis digital

Para medir el grado de madurez tecnológica de una empresa, Inmaculada César,  Directora de Innovación y Medios de Pelayo, ha destacado dos ejes: las capacidades digitales de la compañía y, por otro lado, la cultura y el gobierno. «La madurez de ambos ejes tiene reflejo directo en la cuenta de resultados», ha señalado, al tiempo que ha indicado que «la transformación digital debe ser un motor para convertir los modelos de negocio». Asimismo, ha resaltado que Pelayo ha incrementado en los últimos años sus capacidades como compañía «ágil, colaborativa y resiliente con una capacidad de respuesta muy alta en la que los equipos participan activamente en las decisiones», ha afirmado.

Por su parte, Javier Rovira Ruiz, Director Innovation Strategic Knowledge de ESIC, ha resaltado que «es importante diferenciar entre transformación, adaptación y metamorfosis digital»,al tiempo que ha explicado que «todo debe partir de tener claro el modelo de negocio al que se dirige la compañía». En esta línea, ha señalado que la metamorfosis digital «evoluciona el modelo de negocio».

La capacidad de liderazgo para impulsar la transformación digital es otra de las claves, según ha indicado Juan Pablo Romaguera, Líder Organización & Innovación de Kiabi España, al tiempo que ha señalado la importancia de aprovechar oportunidades como la capacidad de recoger datos y transformarlos en información útil para implementar nuevos modelos que generen valor en el cliente.

En esta misma línea, Ricardo Tejero, Operations Efficiency & Change Mangement Director de Leroy Merlin, ha resaltado la importancia de considerar al cliente como eje del proceso de transformación ya que, según ha aclarado, «la tecnología es un facilitador pero si la pones en el centro no avanzas no puede girar todo en torno a ella, de ser así no avanzaremos. Poner en marcha únicamente soluciones que resuelvan problemáticas internas, no será lo que transforme y desarrolle la empresa». Asimismo, ha indicado que Leroy Merlin está trabajando en «la fisionomía de la compañía para cambiar los modelos de trabajo que permitan aprovechar al máximo las facilidades de la tecnología y ponernos al lado del cliente para entender mejor lo que quiere», ha apuntado.

Asimismo, Pablo Montoliu, Chief Information and Innovation Officer de AON, ha resaltado que, más allá de indicadores cualitativos o cuantitativos, para medir el grado de evolución digital de una compañía, debe tenerse en cuenta a las personas, es decir «hacer que todo el equipo evolucione hacia nuevas vías de trabajo» ya que según ha indicado, «no se trata de tecnología sino de cambiar la cultura».

Agustín Pozo, Digital Transformation Global Lead de Nokia, ha coincidido con esta visión resaltando la importancia de «construir todos juntos con metodologías que incluyan eficiencia operativa, diseño y estrategia de producto o servicio e innovación en el modelo de negocio».

La importancia de formar en criterio

Afrontar la transformación digital, requiere equipos formados capaces de asimilar las implementaciones tecnológicas. En este sentido, Javier Rovira, Director de ESIC, ha resaltado que «sería muy valioso para las organizaciones el desarrollo continuado de sus directivos, apoyándose en la formación como pilar para la evolución de la organización» así como la importancia de «estar actualizados y actuar con espíritu crítico», ha afirmado.

Así, Miguel Ángel  Doval, Head of Digital Transformation Strategy and Ventures de Cepsa, ha remarcado que «es obligatorio estar cerca del mundo académico y hay que acercar a las empresas a la formación porque les dota de realidad». En este sentido, ha destacado Cepsa Digital Experience, un proyecto interno desarrollado por la compañía que dota a los trabajadores de las capacidades que necesitan desde un aprendizaje teórico-práctico.

Desarrollar la formación a nivel de equipo de dirección, poniendo el foco en la estrategia y ejecución. Esta es la apuesta de Jordi Bueno, General Manager de Nationale-Nederlanden Oxygen (NN Group) quien ha resaltado que es crucial que los equipos conozcan las herramientas con las que cuentan para ejecutar con éxito los procesos de transformación.

Por último, José Carlos Díaz Lacaci,  Director General de Transformación de Globalia, ha señalado la importancia de poner el foco en las soft skills con el fin de «fomentar el desarrollo de habilidades y potenciar equipos ágiles, versátiles, que se adapten y sean todoterreno», ha indicado.  En este sentido, ha remarcado que «el problema de formación en las empresas radica en muchos casos en la identificación inadecuada de las necesidades y en la falta de presupuesto», al tiempo que ha apuntado que, a veces, se percibe equivocadamente la formación como una forma de sacar al empleado de sus tareas y perder productividad. «Las organizaciones deben trabajar en el desarrollo continuo de sus equipos, permitiéndoles elegir libremente una parte de su formación, fomentando así su motivación y el desarrollo de sus capacidades».

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