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Los climas organizacionales productivos son aquellos que favorecen la implicación de los trabajadores y permiten que estos den lo mejor de sí mismos

Luiz Vázquez explica cómo conseguir un clima organizacional productivo #management Clic para tuitear

Para conocer si un clima organizacional resulta gratificante para un empleado es útil que responda a la siguiente pregunta: ¿generalmente estás deseando que llegue la hora de salir del trabajo o no te importaría muchas veces parar el reloj para terminar lo que tienes entre manos?

Para generar un buen clima organizacional hay que seguir dos máximas principales: evitar lo negativo y fomentar lo positivo. Lograr y mantener un buen clima no es una tarea sencilla, como no es fácil lograr y mantener el esplendor en un jardín, aunque está claro que es lo que hay que hacer para procurarlo: buenas semillas y buenos nutrientes para hacer crecer las buenas hierbas, y estar vigilantes para no dejar crecer las malas hierbas. Para hacer crecer las buenas hierbas hace falta integración, reto y reconocimiento. Para impedir que crezcan las malas hierbas es necesario prevenir los conflictos.

Integración

La integración genera confianza, que es uno de los ingredientes necesarios para construir un compromiso estable. En este sentido, el día a día es fundamental. Se ha observado que es más probable que los empleados realicen conductas prosociales, también denominadas de ciudadanía organizacional (aquellas que se llevan a cabo para beneficiar a otro individuo, al grupo o a la organización) cuando las organizaciones de las que forman parte fomentan estados afectivos positivos.

La implicación en el trabajo está positivamente correlacionada con el compromiso y negativamente con las intenciones de abandono. Una baja implicación coarta las conductas de ciudadanía organizacional e incrementa la probabilidad de rotación. Para favorecer la integración y la implicación de los trabajadores se recomienda:

  • Cultivar un buen trato personal. La mejor forma de hacerlo es cuidar el lenguaje, porque es una fuente de frialdad o de calidez, de suavidad o de aspereza, y, por lo tanto, de emociones. El lenguaje es un indicador esencial de la salubridad de las relaciones. Cuando se corrompe el lenguaje, todo se corrompe.
  • Combinar diplomacia y determinación. Hay que fomentar el comportamiento diplomático, pero también hay que saber imponerse si la diplomacia fracasa. No se trata de intentar agradar a todo el mundo todo el tiempo. Hay que fomentar la generosidad, no el buenismo.
  • Fomentar el sentido del humor. Está ampliamente documentado que el humor positivo está asociado con la conducta de ayuda en general. Los estados de ánimo positivos promueven un mejor servicio al cliente, favorecen las conductas altruistas o de apoyo a los compañeros y aumentan la probabilidad de que los empleados realicen conductas prosociales.
  • Potenciar el orgullo de pertenencia. La empresa debe aplicar prácticas que fomenten una mayor identificación de los trabajadores con la organización, como divulgar información que realce su prestigio.
  • Crear sentido de coherencia. El sentido de coherencia es la orientación general de las personas para ver el mundo que les rodea de manera comprensible, manejable y con significado. Aplicado al ámbito laboral, los trabajadores con un elevado sentido de coherencia perciben el entorno de trabajo de manera más estructurada, ordenada y predecible. Perciben que tienen acceso a los recursos necesarios para conseguir sus metas y poder afrontar las demandas del lugar de trabajo, y consideran que lo que hacen es digno de invertir esfuerzo y energía. El sentido de coherencia puede favorecer la percepción de un buen clima organizacional, proteger al trabajador frente al estrés laboral, disminuir su agotamiento y favorecer el bienestar en el lugar de trabajo.

Reto

Las personas pueden valorar las condiciones estresantes de su trabajo como un reto cuando estas ofrecen un potencial de logro y desarrollo, mientras que tales condiciones son catalogadas como amenazantes cuando existe un potencial de pérdida o daño personal.

Las experiencias de desarrollo en el trabajo ofrecen oportunidades de aprendizaje y ampliación de las habilidades en áreas como el conocimiento del negocio, el desarrollo de la agudeza o perspicacia, la toma de decisiones y la efectividad interpersonal.

Una forma particular de desarrollo es la oportunidad de desarrollar a los demás, de enseñarles. Es importante en el caso de personas que tienen tanto una fuerte necesidad de afiliación como una fuerte necesidad de logro.

Reconocimiento

Para fomentar el reconocimiento se debe:

  • Proporcionar una compensación justa. Para que el trabajador esté motivado su salario debe ser proporcional a la contribución que realiza a la empresa.
  • Valorar la determinación y recompensar la iniciativa.Muchos errores empresariales se podrían haber evitado fácilmente si alguien hubiese tenido el valor de decirle a su jefe lo que estaba haciendo mal. El problema es que no podemos esperar que la gente asuma riesgos si al hacerlo se expone a ser despedida. Los buenos líderes deben ser capaces de crear entornos en los que los empleados sientan que siempre serán recompensados si toman decisiones lógicas basadas en la evidencia, sea cual sea después el resultado final. En este sentido, los directivos de la empresa desempeñan un papel fundamental. Cuando se muestran excesivamente estrictos y rígidos, desincentivan este tipo de conductas porque los empleados no solo creen que no ganarán nada por llevarlas a cabo, sino que además podrían acarrearles perjuicios.
  • Establecer metas intermedias. Para mantener un clima productivo los empleados deben tener ganas de continuar. Se deben utilizar las metas y fechas de entrega intermedias para dar una mayor sensación de logro, fomentando así la satisfacción por el deber cumplido.

Prevención de conflictos

Las medidas orientadas a la prevención de conflictos pueden reducir el número de estos y facilitar su resolución en caso de que se produzcan. Estas son:

  • Establecer protocolos de actuación. Se han de definir reglas claras y conocidas por todos sobre cómo resolver los conflictos. De esta forma, cuando estos surjan resultará más sencillo afrontarlos.
  • Fomentar un clima de escucha. Se debe favorecer la escucha, pues quienes no escuchan son siempre una fuente potencial de conflictos. En una organización sana, la cooperación no debe excluir la crítica. Una forma difícil, pero muy útil, de favorecer los climas productivos es crear un espacio seguro para la crítica. Criticar no es quejarse, como suele creer la gente. Crítica no es igual a protesta, sino a protesta más propuesta. Los críticos (no los quejicas sin propuestas razonables) deben ser bienvenidos. Son valiosos porque se orientan a distinguir la verdad de la mentira y lo mejor de lo peor. Y esta es la razón por la que la crítica es un factor esencial de la orientación a la mejora.
  • Fomentar el sentido del humor. Además de afectar positivamente a la integración (como se ha explicado antes), el humor es una válvula de escape muy eficaz para prevenir los conflictos. Es un hecho bien conocido en la literatura sobre psicología social que el humor positivo está asociado con la conducta de ayuda en general.Y hay una fuerte evidencia de que las emociones positivas hacen que las conductas sociales sean más probables. Cuando las personas están de buen humor son menos propensas a entrar en conflicto.
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Luis Vázquez Suárez () dirige el Máster Universitario en Investigación en Administración y Economía de la Empresa por las Universidades de Burgos, León, Salamanca y Valladolid, y es subdirector del Instituto Multidisciplinar de Empresa (IME) de la Universidad de Salamanca. Cuenta con una amplia experiencia docente e investigadora en gestión de recursos humanos, ámbito en el que ha desempeñado funciones directivas. Sus investigaciones se ubican en la intersección entre la Organización, el Derecho, la Economía y la Psicología, y han sido publicadas en prestigiosas revistas nacionales e internacionales. Es coautor de los libros Conceptos de gestión, Habilidades directivas para la empresa, Gestión de recursos humanos para la PYME, La gestión de las emociones en la empresa y Los 100 errores en el desarrollo de habilidades de gestión.