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La retribución flexible es una forma de compensación que consiste en el intercambio de hasta un 30% del salario bruto del empleado por una serie de servicios

El 72% de las #pymes aún no han implementado la #retribución flexible #management Clic para tuitear

La retribución flexible es una forma de compensación que consiste en el intercambio de hasta un 30% del salario bruto del empleado por una serie de servicios, que tienen un impacto positivo en el día a día de los empleados, como los cheques restaurante, guardería o las tarjetas de transporte. De este modo, y gracias a las exenciones fiscales de las que gozan este tipo de servicios, el empleado puede maximizar su sueldo mensual, al mismo tiempo que disfruta de una mejor conciliación de su vida laboral y profesional.

A pesar de postularse como una de las mejores medidas para que las pymes puedan competir en el mercado laboral a la hora de atraer y retener talento, según un estudio de Sodexo, un 72% de estas empresas todavía no lo ha implementado. De acuerdo a otra investigación de 2018, las pymes españolas muestran un desarrollo moderado en cuanto a políticas de recursos humanos, las cuales en su mayoría, (más de 3,5 puntos en una escala 1-5), se centran en los procesos de selección. Por el contrario, en las políticas menos utilizadas se sitúan, entre otras, las relativas a la retribución de los empleados.

Además, según un estudio de Randstad, la conciliación es el segundo (55%) de los aspectos que más tienen en cuenta los españoles a la hora de elegir una empresa para la que trabajar, sólo por detrás del salario y los beneficios sociales (62%). Por ello, como la principal potencia empleadora en España, las pymes deben poner en marcha políticas que ayuden a que el empleado se sienta a gusto y que la conciliación de la vida personal y laboral sea más sencilla, ya que eso se traducirá en un mayor compromiso, mejor rendimiento y, por tanto, mejores resultados para la compañía.

Este tipo de modelo retributivo puede implementarse en cualquier momento, por lo que Sodexo ha identificado tres puntos clave que permiten a cualquier pyme identificar las necesidades y momento idóneo para implantar este tipo de medidas:

Situación personal de los empleados

Detectar si entre la plantilla hay trabajadores que tienen hijos pequeños, o si comen todos los días en la oficina, por lo tanto tienen que invertir tiempo cada día en preparar su almuerzo. Además, de aquellos empleados que se desplazan a su puesto de trabajo en transporte público. Conocer de primera mano las dificultades a las que se enfrentan para conciliar puede ayudar a valorar el impacto que tendría poner en marcha la retribución flexible.

Situación económica de la empresa

La capacidad económica de este tipo de empresas suele ser limitado y, en ocasiones, poner en marcha políticas de recursos humanos supone un gran problema a nivel presupuestario. Por ello, optar por este modelo retributivo permite a la empresa maximizar el sueldo neto disponible del empleado de forma sustancial sin aumentar los costes laborales, a la vez que mejora su conciliación y satisfacción con la empresa.

Ventajas fiscales

La retribución flexible conlleva una serie de beneficios económicos para los empleados. De este modo, la plantilla puede aumentar su sueldo disponible, ya que los servicios incluidos en esta modalidad cuentan con importantes deducciones fiscales, permitiendo al empleado ahorrar en servicios de uso habitual. Por ejemplo, en el caso del cheque restaurante, supone un ahorro anual de 600 euros y si se opta por la guardería o transporte, un ahorro de hasta 3 meses en ambos casos. Esto también se extiende a servicios de formación o a seguros médicos.

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