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Los establecimientos comerciales han tenido que aplicar 7,5 normas nuevas cada día durante 2021, hasta un total de 2.743, según ha revelado la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas).

De ellas, 2.025 normas han estado relacionadas con la pandemia de la COVID-19, lo que arroja una media de 5,5 normas diarias en este ámbito.

Estas cifras suponen una ligera mejoría respecto al año 2020, cuando el comercio soportó un total de 3.276 normas nuevas -8,9 diarias-, pero están muy lejos de las registradas en el año 2019, que ascienden a 476 -1,3 normas diarias-.

El sector retail tuvo que aplicar 7,5 normas nuevas cada día durante 2021, la mayor parte por la pandemia. Clic para tuitear

Esfuerzo económico y de personal

Según Asedas, este «importante» incremento normativo, que se prolonga durante dos años y que afecta a la legislación europea, nacional y autonómica, está suponiendo un «gran esfuerzo» económico y de personal para las empresas de distribución, que han debido dedicar una gran cantidad de recursos administrativos y técnicos al seguimiento de las nuevas normas y a su aplicación.

Desde Asedas se confía en que la evolución de la crisis sanitaria, acompañada del alto índice de vacunación existente en España, permita reducir esta presión normativa en las próximas semanas.

«El comercio en general y la distribución alimentaria en particular han demostrado desde los primeros momentos de la pandemia una gran responsabilidad a la hora de aplicar las medidas de seguridad necesarias para la protección de clientes y empleados, a menudo adelantándose a la legislación», ha señalado el director general de Asedas, Ignacio García Magarzo.

Por lo tanto, según ha señalado, la vuelta a la normalidad normativa bajo los principios de confianza y racionalización «es urgente» para liberar recursos tanto de las empresas como de las administraciones públicas con medidas como, por ejemplo, la práctica del silencio positivo.

Coste de 514 millones… y llegan nuevos impuestos

Por otra parte, las normativas aplicadas a la COVID-19 alcanzan un coste para el comercio de 514 millones de euros, según el informe ‘Nuevos costes soportados por el sector comercial en España’ publicado por la Comisión de Competitividad, Comercio y Consumo de CEOE en marzo de 2021.

De cara al futuro, preocupan, sin embargo, según Asedas, los costes asociados a otras reglamentaciones, especialmente las relacionadas con el medioambiente, que están en periodo de discusión parlamentaria.

Se trata del impuesto a los envases de plástico no reutilizable, que podría suponer para las empresas un coste de 245 millones de euros, o el impuesto al depósito en vertedero, que alcanzaría 16 millones de euros.

A ellos, hay que sumar los costes que ya se están soportando, como la tasa ‘Sandach’ de residuos orgánicos, que asciende a 130 millones de euros, la sustitución del plástico de un solo uso, que suma 42 millones de euros, o el impuesto a gases fluorados que ha costado 33 millones de euros y que se puede ampliar en un futuro próximo.

Además, los costes soportados directamente por el consumidor son también importantes, según Asedas, como el incremento del IVA en las bebidas azucaradas, que alcanza 220 millones.

La distribución, según la patronal de supermercados, está «plenamente comprometida» con los objetivos medioambientales recogidos en la Agenda 2030, pero defiende que la manera de alcanzarlos no es a través de una carga impositiva extraordinaria, que puede dañar la competitividad empresarial teniendo un efecto contrario al deseado.

Fuente: Food Retail