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Un nuevo estudio mundial, impulsado en España por ICEMD, revela que los consumidores tienen una actitud pragmática sobre el tratamiento de sus datos. 

El 77% de los usuarios se muestra pragmático respecto al tratamiento de sus #datos @icemd Clic para tuitear

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icemdDebido al reciente interés de los medios y al nuevo Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) que ha entrado en vigor en toda Europa, los consumidores son más conscientes que nunca de cómo se recopila y utiliza su información personal. Sin embargo, a pesar de las importantes diferencias culturales y la madurez de sus respectivas economías de datos, la mayoría de las personas (77%) son
pragmáticas o más bien despreocupado sobre el tratamiento de sus datos.

Los consumidores se muestran poco preocupados por el uso de sus datos

Las cifras provienen del primer informe “Privacidad de datos en el mundo: lo que realmente piensan los consumidores”, encargado por la Global Alliance of Data-Driven Marketing Associations (GDMA), y revela un sorprendente nivel de similitud en las opiniones de los consumidores sobre compartir su información personal. La mayoría de las personas (51%) en los 10 mercados y cuatro continentes encuestados son «pragmáticos de datos», lo que quiere decir que decidirán si comparten su información personal caso por caso, dependiendo de los beneficios. Estas cifras se elevan a casi el 60% en Singapur, España y EE. UU.

Como media, uno de cada cuatro consumidores (26%) tiene poca preocupación sobre la forma en que se recopilan y utilizan sus datos, que el estudio describe como los «despreocupados»: en Alemania (34%) y en los Países Bajos (35%) este grupo aumenta a más de un tercio. Por otro lado, aquellos consumidores que no estaban dispuestos a proporcionar su información personal, incluso a cambio de mejoras en el servicio (‘conservadores’), representaron un poco menos de una cuarta parte de los encuestados (23%); este grupo fue menos poblado en Argentina (16% ) y Singapur (17%).

A este respecto, Chris Combemale, miembro de la Junta de GDMA y CEO de DMA (UK) Group, considera que «en general, las personas entienden el valor de compartir sus datos personales como parte de una economía moderna. Pero, a medida que avanzamos, será un desafío ver cómo las empresas pueden sacar provecho de esta actitud positiva de los consumidores y garantizar que la relación de los consumidores con la economía de datos no termine con una reacia aceptación de su existencia».

Compartir datos: esencial para la sociedad moderna

A pesar de que el 74% de las personas tienen algún grado de preocupación acerca de su
privacidad online, más de la mitad (51%) de los consumidores del mundo todavía están
dispuestos a intercambiar sus datos con las empresas, siempre que haya un beneficio claro para hacerlo. Muchas personas (41%) también entienden que compartir datos es una parte esencial del buen funcionamiento de la sociedad moderna.

Además, el 38% de los consumidores en todo el mundo cree que debería tener la responsabilidad final de la seguridad de sus datos, en comparación con las instituciones gubernamentales (15%), o las empresas (5%). Este sentimiento de responsabilidad personal se sintió más fuerte en Alemania (49%), Australia (46%) y el Reino Unido (46%); mientras que los encuestados en España (24%) y los Países Bajos (23%) creen que el gobierno debería asumir esta responsabilidad.

La confianza, clave en la utilización de la información

El informe de la GDMA también revela que en todos los países el control, y la transparencia forman la base fundamental para una economía de datos saludable, y en menor medida la confianza que se merezcan empresas individuales. De hecho, la mitad de los consumidores (51%) en todos los mercados encuestados dijeron que la confianza era clave en su decisión de compartir información con una empresa. La investigación también destaca que los consumidores quieren más transparencia (86%) y control (83%) en lo que respecta a sus datos para construir estos niveles de confianza.

Joost van Nispen, presidente y fundador de ICEMD, comenta sobre el estudio: «La clara tendencia es hacia una mayor aceptación del intercambio de datos como parte de una economía moderna normal y completamente funcional. Pero todavía hay una brecha
considerable en todo el mundo entre lo que los consumidores realmente quieren y lo que las empresas les ofrecen. El estudio señala claramente la forma en que los consumidores insisten en la transparencia, el consentimiento y el control de sus datos, y además desean la opción de elegir entre beneficios tangibles claros para compartir sus datos mientras aceptan publicidad, y no hacerlo y disfrutar de contenido sin la publicidad por la que están dispuestos a pagar».