España acumula diez años de descenso en los presupuestos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).
España encadena diez años de descenso en la #inversión en I+D+i #innovación Share on XTiempo de Lectura: 2 minutos
Desde que afloró la crisis económica, el esfuerzo presupuestario ha caído en picado, tanto en el sector privado como público. Tanto que ni siquiera llega a los 290 euros por habitante y año. Los últimos datos de estadísticas oficiales disponibles pertenecen a 2016, donde la cifra se situaba en 285,5 euros per cápita, frente a los 674,8 de la Eurozona y los 593,7 de la media de la Unión Europea.
Entre los años 2009 y 2016, la inversión per cápita en I+D creció un 22,4% en la Eurozona, mientras que en España se redujo en un 9,5%. De esta forma, nuestro país se sitúa muy lejos de otros estados de su entorno, muy por detrás de Austria, Islandia, Luxemburgo o Finlandia.
A pesar de haber superado la crisis, el problema sigue siendo la falta de fondos públicos para el I+D. En el año 2016 el sector privado incrementó la inversión un 3%, mientras que la administración la redujo un 2,7% y las universidades un 1,5%.
Ante este panorama, España ha perdido músculo investigador. Actualmente hay menos expertos dedicados al I+D+i que hace diez años. Los 14.000 millones destinados a investigación se concentran en Madrid y Cataluña, principalmente, seguidas del País Vasco.
La necesaria inversión en I+D+i
Jorge Barrero, director general de la Fundación Cotec, explica que “al contrario de lo que hizo España, otros países entendieron que, ante las dificultades, había que proteger a toda costa la investigación, el desarrollo y la innovación. Sin embargo, en España la crisis truncó una década que había sido especialmente positiva, en la que llegamos a registrar tasas de crecimiento del gasto en I+D por encima de países como Alemania o Francia”.
En este mismo sentido, Luis Fernández Álvarez-Gascón, presidente de innovación de Ametic, apunta que “España ocupa en los ránking de innovación un lugar impropio para su potencia económica y las aspiraciones de prosperidad futura de la población”.
El nuevo gobierno plantea intenciones diferentes para el futuro. Pedro Duque, ministro de Ciencia, Innovación y Universidades señala que “en 2016 había unos 127.000 investigadores, un 6% menos que antes de la crisis. España está a la cola de los países más desarrollados de la OCDE en cuanto a porcentaje de personas dedicadas a I+D en relación a la población activa. En comparación con la media de la UE, hemos dejado de converger con Europa como hacíamos en los años anteriores a la crisis”.
Entre las prioridades del gobierno se encuentra el impulsar el I+D+i como palanca para mejorar la competitividad, modernizar las estructuras, aumentar los fondos y reducir las trabas.