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El tejido empresarial occidental está debatiendo sobre los beneficios de la jornada laboral de cuatro días, una reducción de las horas de trabajo que, a priori, aumentaría la productividad. En concreto, España es uno de los países en los que el debate está más candente después de que el Gobierno haya pactado un programa piloto dotado con 10 millones de euros para 2022.

No obstante, muchas de las empresas que están implementando esta jornada no están registrando buenos resultados, por lo que podría parecer que esta estrategia no funciona. Los resultados de este horario de trabajo todavía están por demostrar. Sin embargo, Joe O’Connor, gerente del programa piloto internacional Four Day Week, alega que la jornada se está implementando mal.

Descubre algunos de los errores que las empresas deben evitar a la hora de implantar una jornada laboral de cuatro días Clic para tuitear

El experto dice que cada empresa debe incluirla en su actividad de forma distinta y que, de utilizar la misma fórmula para todas las compañías, la jornada laboral de cuatro días fracasará.

Errores al implantar la jornada laboral de cuatro días

Dado que no todas las empresas ofrecen el mismo servicio, muchas están supeditadas a la necesidad de operar los siete días de la semana. Por este motivo, el número de empresas en las que puede funcionar una jornada de lunes a jueves es muy pequeño.

El primer paso es entender que el cliente no puede sufrir las consecuencias de esta estrategia, por lo que es necesario garantizar una cobertura adecuada para brindar servicio al consumidor. «Si no se cuenta con el personal suficiente en un equipo y en un día en particular, la prueba fracasará. Y eso significa que este beneficio no será permanente, por lo que todos pierden», agregó el experto.

Es decir, la empresa debe alinear el cuadro de horarios en función de las necesidades de producción y las necesidades de atención al cliente. El problema actual se encuentra en cómo se reparten las horas de trabajo entre los empleados. En muchos casos, hay más trabajadores durante la jornada de los que se necesitan, por lo que al implementar la semana de cuatro días hay que atender mucho a este factor, situando en cada hora los trabajadores estrictamente necesarios para poder ubicar a otros empleados en otra parte del cuadro. De tal manera que se puedan cubrir adecuadamente incluso los siete días de la semana.

Por otro lado, el hecho de reducir las horas de trabajo podría ser un primer paso. Esta iniciativa debería servir para abrir una línea de análisis que determine como se puede trabajar de manera más eficiente en lugar de trabajar más horas. Es decir, en lugar de trabajar 40 horas semanales, se deberían trabajar 32 horas efectivas.

Se trata de cambiar las prácticas laborales, aumentar la eficiencia y capacitar al personal para que presente soluciones, tal y como explica O’Connor.

Por último, el experto incide en el gran papel que juegan los directivos y los gerentes senior. Estos deberían ser los líderes que marquen el camino, deberían ser los primeros trabajadores en inculcar y demostrar la efectividad en el trabajo para que el equipo trabaje de igual manera.

Fuente: El Economista